Becker (1964) distingue métodos de crianza: el disciplinario, el autoritario y el democratico. Caracterizando a los padres por su disciplina o afecto como las variables principales. Los métodos disciplinarios son los que utilizan el amor hacia el niño como instrumento principal para modelar la conducta, en cambio, los métodos autoritarios se relacionan con reacciones externas contra la agresión y comportamientos agresivos no cooperadores.

Actualmente se le conoce como estilo de crianza al modo en que los padres educan, aplican sus normas y el tipo de autoridad que ejercen sobre sus hijos, teniendo una influencia en su comportamiento.

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Aunque existen estos distintos estilos, también conocemos que hay factores que interfieren para lograr la educación esperada, pues hay que estar conscientes de los conflictos que pudieran tener los padres de familia durante su vida diaria y el estrés que ellos experimentan debido a funciones que tienen que ver con la crianza.

Por otro lado, podrían estar afectados por factores biopsicosociales relacionados con la salud del adulto cuidador que pueden generar depresión o agresividad. Asimismo, Pons Salvador, Cerezo & Bernabé (2005) identificaron factores asociados a los cambios que afectan negativamente la parentalidad, como los antecedentes de castigo en la madre, la baja satisfacción materna y la percepción negativa del bebé, entre otros.